Cómo jugar ping pong en el Hospita |
Es bueno que el ser humano sea adicto o maníaco pues gracias a ello florece también la virtud, relajación, alegría, bienestar, risa, etc.
Escuché hablar a cerca de un hombre apodado Martincho quien, en realidad, se llamaba José Martín pero que todos le decían simplemente Martincho por su carácter, aspecto, ocurrencia, originalidad, necedad y sabiduría. Sin embargo debió de ser un hombre honesto. Pues un día estaba arrepentido de haber tenido una aventura con su propia secretaria, ya que ella había quedado